Hoy quiero hablar sobre el tema que está en la mente de todos: la Inteligencia Artificial.
Es imposible ignorarlo. La IA ha llegado al mundo de Excel y está actuando como un nuevo, y a veces controvertido, compañero de trabajo. Estamos viendo una avalancha de nuevas herramientas, desde el versátil ChatGPT, que funciona como un asistente universal, hasta el integrado Microsoft Copilot, que promete funcionar directamente dentro de tus hojas de cálculo.
Estas herramientas están cambiando fundamentalmente nuestra forma de trabajar. Pero aquí está la idea clave que quiero que recuerdes: la IA es un asistente poderoso, pero no es un reemplazo de tu pericia. Para beneficiarte verdaderamente de esta revolución, tu conocimiento de Excel y tu experiencia en la materia son más importantes que nunca.
La nueva forma de trabajar: IA como generadora de fórmulas y código
Entonces, ¿cómo se está usando realmente la IA con Excel? Basado en discusiones recientes entre usuarios que he investigado en diferentes foros sobre Excel, el mayor impacto se encuentra en dos áreas principales:
- Dominando las fórmulas: La IA es fantástica para generar, optimizar y explicar fórmulas. Puedes pedirle en lenguaje sencillo: “Escribe una fórmula para encontrar un valor en otra tabla”, y obtener una respuesta instantánea. También puedes pegar una fórmula larga y confusa y pedirle a la IA que la explique paso a paso o que la haga más eficiente.
- Democratizando la automatización: Este es quizás el cambio más transformador. Usuarios con cero conocimientos de VBA (u otros lenguajes como Python) ahora están construyendo scripts funcionales para automatizar sus tareas. La IA está reduciendo la barrera de entrada para crear automatizaciones complejas, permitiendo que más personas resuelvan sus propios problemas de negocio sin necesidad de ser magos de la programación.
Esto es increíblemente potente. Ahorra tiempo y empodera a los usuarios para que aborden problemas que antes consideraban fuera de su alcance.
La nueva habilidad más importante: «Confía, pero verifica»
Aunque los beneficios son emocionantes, la comunidad ha aprendido una lección crucial, que creo que es la regla más importante para usar IA:
Confía, pero verifica.
Aceptar ciegamente lo que te da una IA es un grave error profesional. La realidad es que los resultados generados por la IA pueden ser incompletos o incorrectos.
Esto es lo que muchos usuarios informan constantemente:
- Comete errores: La IA puede producir fórmulas y código incorrectos o que no funcionan. Llegar a una solución funcional requiere un proceso iterativo de depuración y refinamiento que puede llevar horas.
- Su conocimiento puede estar desactualizado: Los modelos de IA pueden sugerir funciones antiguas e ineficientes que han sido reemplazadas por alternativas modernas, como las fórmulas de matriz dinámica.
- Le falta tu contexto: Una herramienta externa como ChatGPT no puede puede entender la estructura de tus datos, pero no la lógica de tu diseño o tu objetivo final, y este matiz es crítico para obtener la solución correcta.
Esto ha provocado un cambio fascinante en los foros en línea. Las preguntas están pasando de «¿Cómo resuelvo este problema?» a «¿Por qué falló la solución que me dio la IA?». El papel del experto humano está evolucionando de ser un creador de soluciones a ser un revisor experto. Esto nos lleva al punto más importante.
Tu pericia es el ingrediente secreto para el éxito
La IA puede generar mil fórmulas o un gráfico complejo en segundos. Pero se necesita un experto humano para saber si es la fórmula correcta o un gráfico significativo.
Tienes que ser el experto en la materia sobre tus propios datos para poder verificar adecuadamente los resultados. La IA puede encargarse de la parte mecánica del análisis o el “cómo”, lo que libera tu energía mental para centrarte en las preguntas estratégicas: el “qué” y el “porqué”.
Una IA puede tener un “conocimiento” en muchas áreas, pero no tu experiencia en el mundo real. Es por eso que tu ojo crítico es la validación definitiva del trabajo de la IA. Esta nueva habilidad esencial podemos denominarla “Auditoría de Resultados de IA”, e implica evaluar críticamente la lógica de la IA y aplicar tu propia pericia para asegurar que la respuesta no solo sea técnicamente correcta, sino también contextualmente apropiada. Ahora más que nunca, debes prepararte para poder ejecutar este nuevo rol.
Un apunte rápido sobre la seguridad de los datos
Un último punto no negociable:
NUNCA uses herramientas de IA públicas con datos corporativos sensibles. Esta es una regla fundamental de conducta profesional. Aboga siempre por soluciones seguras y de nivel empresarial cuando trates con información propietaria.
El camino a seguir: Sé el auditor, no el autómata
La IA no es una varita mágica que hace que tu experiencia sea obsoleta. Es una herramienta poderosa que la amplifica. Es un asistente que puede acelerar tu trabajo e incluso ayudarte a aprender, pero tú debes seguir siendo el director del proyecto.
Para tener éxito en esta nueva era, te animo a:
- Dominar el diálogo: Aprende a guiar a la IA con instrucciones específicas y ricas en contexto. Debes dominar la creación “prompts” efectivos.
- Cultivar una mentalidad de auditor: Interioriza el mandato de “confiar, pero verificar”. Tu pericia es el control de calidad final.
- Usar la IA para aprender más rápido: Cuando una IA te dé una solución, siempre pídele que te explique cómo funciona. Conviértela en tu tutor personal para profundizar tus propias habilidades en Excel.
El futuro para usuarios de Excel es una asociación entre el ser humano y la máquina. Al adoptar tu rol como experto, auditor y estratega, no solo te mantendrás al día, sino que serás más valioso que nunca.
¡Hasta la próxima!
